Hola a todos. Mi nombre es Alicia, vivo en Montevideo, Uruguay, tengo tres hermosos hijos. El más pequeño, después de muchas investigaciones y preocupaciones mías que duraron todas su escolaridad, dimos con el diagnóstico de Déficit de Atención sin hiperactividad. Estuve durante años batallando con las maestras y con el médico, porque Mateo no lograba concentrarse ni atender, tanto en clase como el ámbito cotidiano. Él vivía en su mundo sin darle la menor importancia a lo que le rodeaba. Las maestras me decían que si bien no atendía, él entendía y que tenía su tiempo, que "él es así". El médico, por su parte, me decía que si la maestra no indicaba nada que lo dejara así.
A medida que se acercaba el momento de ingresar al liceo, mi preocupación era mayor, era más carga horaria, más profesores, etc. En sexto de escuela, estudios mediantes, comienza a tomar Ritalin, y mejora bastante ya que atiende en clase, no se dispersa, termina los trabajos (nunca los terminaba en clase), recuerda que tiene deberes (algo que nunca recordaba). La primera vez que tomó este fármaco, me dijo al salir de la escuela: "¡tuve que escuchar a la maestra!". Con esto digo todo, nunca había escuchado a ninguna maestra.
El primer año de liceo, era necesario estar detrás de él, para que hiciera las tareas, estudiara, etc. Terminó en diciembre salvando seis materias que no había aprobado durante el año. El efecto de la ritalina dura cuatro horas, el horario liceal es mucho mayor, es decir, que atendía las primeras clases y para las últimas estaba en "otro lado", ni hablar de los efectos secundarios de ese medicamento. Y a finales de diciembre conocí a Silvia, hablamos de la Biología Total, me explicó cómo funciona el cerebro, cuál era la solución que me estaba dando a mí Mateo, con esa manifestación que era no atender nada, y ¡me dí cuenta de todo! Llegué corriendo a casa y hablé con él, le expliqué lo que me había dicho Silvia, hice todo lo que me recomendó y la vida del chico cambió por completo (y la mía también), ya no toma más el fármaco, lo fue dejando por su cuenta, se organiza, atiende, realiza todas sus obligaciones sin que nadie esté dirigiéndolo. Ahora está cursando el tercer año de liceo y tiene una materia baja, que por supuesto la va a subir. En los años anteriores a esta altura tenía seis o siete bajas.
Agradezco enormemente a Silvia, a la Biología Total y a todas las investigaciones que hizo el Dr. Hamer y todos los que continúan haciéndolo. Han cambiado mi vida y la de mi hijo. ¡Muchas gracias!
Está de más en decirles que recomiendo a Silvia. Consúltenla, no se van a arrepentir.